TEXTO ARGUMENTATIVO
Por:
Néstor Steven Cardona Ariza
Juan Alejandro Usuga Arredondo
El texto
argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el
fin de persuadir a un receptor. La finalidad del autor puede ser probar o
demostrar una idea (o tesis), refutar la contraria o
bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados
comportamientos, hechos o ideas.
La
argumentación, por importante que sea, no suele darse en estado puro, suele
combinarse con la exposición. Mientras la exposición se limita a mostrar,
la argumentación intenta demostrar, convencer o cambiar ideas. Por
ello, en un texto argumentativo además de la función apelativa
presente en el desarrollo de los argumentos, aparece la función referencial,
en la parte en la que se expone la tesis.
La
argumentación se utiliza en una amplia variedad de textos, especialmente
en los científicos, filosóficos, en el ensayo, en la oratoria política y
judicial, en los textos periodísticos de opinión y en algunos mensajes
publicitarios. En la lengua oral, además de aparecer con frecuencia en la
conversación cotidiana (aunque con poco rigor), es la forma dominante en los
debates, coloquios o mesas redondas.
CARACTERÍSTICAS
1.Los temas son controvertidos y polémicos, es decir, tiene defensores ydetractores
con posturas enfrentadas.2.Como siempre
existe una tesis que se quiere defender o rebatir, podemos
encontrar en estos textos:
•Argumentación
positiva: el emisor-argumentador aporta argumentos que
apoyan su tesis (postura positiva o de prueba).
•Argumentación negativa: se
ofrecen razones que refutan o rechazan argumentos contrarios al propio punto de
vista (postura negativa o de refutación).
•Postura ecléctica: se aceptan
algunas razones ajenas (concesiones)y se aportan argumentos propios.
3.Son textos muy pragmáticos, en los cuales se seleccionan aquellosargumentos
que son más eficaces para convencer al receptor y defender la tesis.
4.El orden de los argumentos es jerárquico partiendo de los mascontundentes
y convincentes a los menos
5.La estructura no sólo presenta de una forma clara la tesis, sino queademás,
pretende mostrar la defensa argumental.
6.Los conectores argumentativos
más usuales son: por lo tanto, sin embargo, por el contrario, en consecuencia,
con seguridad, a todas luces....
7.
Frecuentemente estos textos incluyen fragmentos de textos
expositivos (informes, estudios, datos, publicaciones,...) para reforzar la
validez de la tesis.
ESTRUCTURA
1) Introducción.
Tiene por objeto ganarse la confianza del destinatario y presentar el asunto
del que se va a hablar.
2) Exposición.
Contiene la tesis y los hechos relevantes relacionados con ella.
3) Cuerpo
argumentativo. Constituye la parte esencial del texto. En él se aducen los
argumentos que sirven de apoyo a la tesis.
4) Conclusión.
En esta última sección se suele reforzar la tesis y a veces se invita a los
destinatarios a actuar en un determinado sentido.
TIPOS
DE ARGUMENTOS
1) El argumento analógico: es
aquel que establece paralelismos entre lo argumentado y otro hecho, una forma
de aclaración que facilita su comprensión por parte de los destinatarios. Este
tipo de argumento se basa en la relación de semejanza entre dos hechos.
2) El argumento mediante ejemplos: casos particulares como anécdotas, cuentos,
metáforas, citas literarias, etc., se utilizan para extraer una regla general.
3) El argumento de autoridad: se fundamenta en el respeto que a todo merece una
persona de prestigio social o intelectual que ha opinado sobre el tema objeto
de nuestra argumentación. Existen varias formas de expresar los argumentos de
autoridad: de forma directa (cuando la persona citada trató precisamente ese
tema) o de forma indirecta o por analogía (la opinión empleada no se
corresponde exactamente con el tema tratado, pero apoya el problema que
planteamos).
4) El argumento de presunción, que se apoya en ideas que están vinculadas al
principio de verosimilitud.
5) El argumento de probabilidades, que se apoya en datos estadísticos o en el
cálculo de probabilidades, y su importancia proviene de estar sustentado sobre
bases reales (carácter empírico del argumento).
6) El argumento emotivo- afectivo: se dirige a los sentimientos del auditorio,
especialmente a sus dudas, deseos y temores con el fin de conmover y provocar
una reacción de simpatía o rechazo.
7) los argumentos por lo concreto: se emplean ejemplos familiares a los oyentes
porque les afecta directamente.
8) El Argumento-slogan: es una frase hecha que se repite constantemente y resume
un tema o invita a creer en lo que se dice.
DISCURSO DE MARTIN LUTHER KING ACERCA DE LA IGUALDAD EN EE.UU
El
siguiente ejemplo pertenece a la introducción de un discurso de Martin Luther
King en favor de la igualdad de las personas con independencia de su raza:
"Yo tengo un sueño"
Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será
ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de
nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense,
cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación.
Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza
para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita
injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de
cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años
después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la
segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro
vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad
material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la
sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Por eso, hoy hemos venido aquí a
dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la
capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra
república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la
Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense
habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los
hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la
libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos
ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar
de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un
cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos
insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia
haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes
bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este
cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la
seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar
sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del
ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar
tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las
promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado
valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es
el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.
Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la
injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
Sería fatal para la nación pasar por
alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros.
Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará
hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y
quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se
sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de
siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los
negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la
rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja
el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi gente que
aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos
evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho
nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la
copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por
el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que
nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos
elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la
fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad
negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque
muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy,
han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad
está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al
hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos
volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios
de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"
Nunca podremos quedar satisfechos
mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los
moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar
satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño
a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de
Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué
votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que
"la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa
corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido
hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién
salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en
su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la
persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes
son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la
convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Misisipí, regresen a
Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos
y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera
esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la
desesperanza.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos,
que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño
profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se
levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que
estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas
de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos
dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de
Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la
opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un
día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por
los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama
cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de
los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan
unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como
hermanos y hermanas.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que algún día los valles serán
cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán
nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada,
y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la
fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de
la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el
sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad.
Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la
cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos
libres.
Ese será el día cuando todos los hijos
de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo.
Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis
antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la
montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande,
esto tendrá que hacerse realidad.
Por eso, ¡que repique la libertad desde
la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la
libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad
desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad
desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad
desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique
la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad
desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada
pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que
repique la libertad".
Cuando repique la libertad y la dejemos
repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad,
podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y
blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y
cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres
al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"
TESIS: Estados Unidos ha incumplido hasta ahora el
compromiso contraído con los ciudadanos de color y ha llegado el momento de que
se haga justicia.
CUERPO ARGUMENTATIVO: No habrá descanso
ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que al negro se le garanticen sus
derechos de ciudadanía.
CONCLUSION: Entonces, resuene la libertad desde la cima de los
montes prodigiosos de New Hampshire; resuene la libertad desde las poderosas
montañas de Nueva York; resuene la libertad desde las alturas de Pensilvania,
desde las rocas nevadas de Colorado, desde las sinuosas pendientes de California.
Argumento de autoridad
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica
sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental
decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de
esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia.
Argumento afectivo
Hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa.
En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un
cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas
palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un
pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era
la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables
derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Argumento por lo concreto
Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del
momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano,
ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya
un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
Argumento por lo concreto
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a
grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas
celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la
libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados
por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del
sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el
sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Argumento Afectivo
¡Hoy tengo un sueño!, Sueño
que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición
entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los
niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas
blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
Argumento Afectivo
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar
el himno con un nuevo significado, "Mi país es
tuyo. Dulce tierra de
libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron,
tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la
libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse
realidad.
Argumento afectivo
Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los
montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las
poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de
las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas
cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas
pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la
Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout
de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de
Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".
Argumento analogico
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la
esperanza de que los negros necesitaban
desahogarse y ya se sentirá contentos,
tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni
descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les
garanticen sus derechos de ciudadanía.
Argumento de probabilidades
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada
aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la
llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y
cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las
palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin!
Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"
Argumento por lo concreto
Nunca podremos quedar
satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan
alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No
podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de
un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos,
mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere
que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos
satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como
una poderosa corriente".